Igual hace un par de meses que no tejía ningún amigurumi, pero la semana pasada me hicieron un encargo para regalar a unos gemelos en su cumpleaños y cogí de nuevo el ganchillo y estas lanas tan suaves que utilizo para ponerme a ello.
Un león y un yorkshire, del que además me enviaron una foto para que fuese lo más fiel posible al perro de la familia y este fue el resultado.
Los muñecos iban a ser para dos niños muy pequeños, así que tuve que limitarme a lo que fuera seguro para ellos.
Me hubiera gustado ponerle bigotes y un poco de pelo para hacerle un moñito al perro, pero en las manitas de un bebé no hubiera durado mucho y de ahí a la boca... ya sabéis, no tardan nada.
Aún así, me mantuve fiel en los colores del pelo del perro.
Lo que más me gusta de estos encargos es poder hacer cosas nuevas improvisando patrones, adaptándolos sobre todo a las medidas que debía tener cada amigurumi.
En este caso en concreto debían medir unos 8 cm y con esa medida había que adaptar totalmente cada una de las piezas para que guardaran proporción.
El segundo muñeco fue este león, que quedó tan simpático con esa melena que me están entrando ganas de repetirlo en más colores.
Sin buscarlo, se sujeta perfectamente de pie gracias a la cola.
Os habéis fijado en el cordón que sale de las cabezas de los muñecos? Es para poder colgarlos de las sillas de paseo de los gemelos, de la cuna o de cualquier otro sitio que se os ocurra.